“No se puede dejar pasar el excelente sonido de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que bajo la batuta de Josep Caballé-Domenech demostró que es una de las más reconocidas de Latinoamérica. El Maestro catalán dio una versión alegre, mostrando la paleta de colores que el compositor solicita en la partitura y de este modo, hubo el famoso color vienés. Además, la orquesta nunca sobrepasó a los cantantes y dentro de los momentos más destacados se puede citar el trío Marie Theres al final del tercer acto cuando el lirismo de las intérpretes, el ritmo adecuado del director y el color de la instrumentación fue un fragmento muy conmovedor”. Scherzo
“En cuanto al gran aporte colombiano, la OFB —que, hay que decirlo—, comenzó algo fría pronto se situó en un alto nivel que supo mantener esa exquisita tensión que caracteriza a Strauss”. Opera World
Crítica Opera World – Septiembre 2018: www.operaworld.es/
